Es importante mantenerse activos incluso si nos han diagnósticado crohn o una colitis ulcerosa. Sin embargo, es importante que conocer qué actividades son las que encajan mejor según el estado de tu enfermedad (activa o en remisión) y los síntomas que estás experimentando. Practicar actividad física mejora la digestión, ayuda a mantener un peso saludable, aporta sensaciones de bienestar y reducir el estrés y la depresión. Es decir, aporta muchos beneficios físicos y psicológicos 1-4.

Sigue estos consejos para beneficiarte lo máximo posible de la actividad física:

  • Elige ejercicios suaves y de baja intensidad, como caminar, el yoga, o algunas actividades específicas de gimnasio 2
  • Practica actividad física regularmente, sabiendo que “poco, y a menudo” suele ser la solución más efectiva 5.
  • Bebe agua o bebidas deportivas isotónicas antes, durante y después de hacer ejercicio 6.
  • Evita entrenar cuando hace calor para minimizar el riesgo de deshidratación.
  • Mantén un diario de tu actividad física para entender cómo afectan a tus síntomas los diferentes ejercicios en función del tipo, la intensidad y la duración.
  • Sé paciente con tu cuerpo y con tus capacidades. Forzar un ejercicio o pretender demasiado de ti no es recomendable y puede empeorar tu sintomatología.

La importancia de la actividad física en la EC

Los beneficios físicos que el deporte nos aporta son: una acción antiinflamatoria; un aumento de la flexibilidad y de la fuerza; y una atenuación del dolor de las articulaciones y de la fatiga 2,4,5. Además, mejora la salud psicológica, reduce la depresión y la ansiedad y mejora la propia imagen corporal, aumentando la autoestima.

Además, practicar actividad física refuerza los huesos aumentando la densidad ósea de la cadera y la columna vertebral 1. Y esto es bueno porque muchas personas con enfermedad inflamatoria intestinal desarrollamos osteopenia u osteoporosis, complicaciones que causan una mayor fragilidad de los huesos 7,8.

Qué ejercicios practicar

Las recomendaciones actuales dicen que la actividad aeróbica y la resistencia muscular son beneficiosas para las personas con enfermedad de Crohn y con colitis ulcerosa 9. En general, aconsejamos que elijas ejercicios de bajo impacto como dar paseos o algunas de las actividades de gimnasio en el gimnasio como el pilates. Por otro lado, evita deportes de alto rendimiento 2,5, como correr.

Si todavía no has empezado a hacer deporte empieza probando diferentes tipos de ejercicios y duración, para ver cómo reacciona tu cuerpo. Si quieres, mantén un diario con el tipo de actividades que realizas y la duración... y apunta tus sensaciones. Esto te ayudará a establecer tus límites.

En caso de tener enfermedad de Crohn con fístulas perianales es posible que tengas que evitar cualquier ejercicio que ejerza presión sobre el área perianal. Puede ser mejor concentrarse en ejercicios que fortalezcan la parte superior del cuerpo hasta que los síntomas se hayan calmado.

Cuándo hacer ejercicio

El mejor momento para hacer ejercicio es cuando tu enfermedad está estable -o cada vez que sientas que puedes, sin forzar- con el fin de evitar la aparición de síntomas y lesiones. Si te has sometido a cirugía recientemente, pregúntale a tu especialista sobre cuándo cree que puedes empezar a hacer ejercicios y cuáles deberías evitar al principio.

Dónde hacer ejercicio

Intenta entrenar en un sitio que tenga fácil acceso a un baño cercano antes de empezar la actividad física. En los momentos en los que sientas que tus síntomas no te permiten ir al gimnasio o hacer deporte al aire libre recuerda que ¡puedes practicar actividad física en casa! En internet podrás encontrar todo tipo de vídeos y practicar gratuitamente. Así no tendrás que renunciar a moverte. Además, podrás pausar el video todas las veces que lo necesites y elegir el que más se adapta a tus exigencias en cada momento.

Mantén la hidratación

  • Asegúrate de que tu cuerpo está hidratado durante toda la actividad física, sobre todo en los periodos de la enfermedad en los que tienes diarrea.
  • Bebe mucha agua o bebidas con electrolitos durante y después de los ejercicios.
  • Evita practicar ejercicios en horarios o ambientes cálidos, porque puede empeorar la deshidratación.

Referencias

1. Siffledeen JS, et al. Bones and Crohn’s: Risk factors associated with low bone mineral density in patients with Crohn’s disease. Inflamm Bowel Dis 2004; 10:220–28.

2. Pedersen BK, Saltin B. Evidence for prescribing exercise as therapy in chronic disease. Scand J Med Sci Sports. 2006 Feb;16 Suppl 1:3-63. doi: 10.1111/j.1600-0838.2006.00520.x. Review. PubMed PMID: 16451303. Dig Dis Sci 2004;49:469–74.

3. Tanaka M, et al. Factors affecting difficulties of life and psychological wellbeing of patients in remission. J Clin Nurs 2005; 14:65–73.

4. Pérez CA. Prescription of physical exercise in Crohn's disease. J Crohns Colitis. 2009 Dec;3(4):225-31. doi: 10.1016/j.crohns.2009.08.006. Epub 2009 Oct 12. PubMed PMID: 21172280

5. Bilski J, et al. The role of physical exercise in inflammatory bowel disease. Biomed Res Int 2014; 429031.

6. https://www.crohnsandcolitis.org.uk/about-crohns-and-colitis/publications/dehydration

7. Robinson RJ, et al. Effect of a low-impact exercise program on bone mineral density in Crohn’s disease: A randomized controlled trial. Gastroenterology 1998; 115:36–41.

8. Mauro M, et al. Evaluation of densitometric bone-muscle relationships in Crohn’s disease. Bone 2007; 40:1610–14.

9. Bernklev T, et al. Health-related quality of life in patients with inflammatory bowel disease measured with the short form-36: Psychometric assessments and a comparison with general population norms. Inflamm Bowel Dis 2005; 11:909–18.