La fatiga es uno de los síntomas del crohn y la colitis ulcerosa más comentados en la consulta médica 1-4 porque reduce drásticamente la calidad de vida al limitar la realización de actividades de la vida diaria 5,6. Es una sensación de cansancio abrumador que no desaparece ni durmiendo ni descansando 7. Y puede ser física (falta de energía y fuerzas), mental (falta de motivación, concentración o atención), o una combinación de las dos 6. De ahí que puede que algunos días sientas que te falten energías incluso para hacer las tareas más sencillas.

En esta sección te queremos ayudar a comprender la fatiga y a combatirla.

A quién afecta

La fatiga es un síntoma muy común entre las personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Tan común que la mayoría la padecemos en algún momento a lo largo de la enfermedad 1,3,4.

De hecho, varios estudios evidencian que la sienten el 25% de las personas recién diagnosticadas y hasta la mitad de quienes tienen la enfermedad en remisión 8.

Causas

La fatiga puede depender de muchas causas. Por esta razón, afrontar y reducir la fatiga son procesos muy personales: lo que funciona en algunas personas no siempre funciona en otras. Empieza con intentar averiguar que puede estar provocando tu fatiga. En la siguiente figura puedes encontrar las causas más comunes.

Fatiga1

Es importante que aprendas a conocerte mejor para saber lo que puede desencadenar (o aliviar) tu fatiga. En concreto, varios factores pueden facilitar su aparición: dolor, trastornos del sueño, malnutrición o una enfermedad activa (brote). De la misma manera que también hay complicaciones que la empeoran: fístulas, estenosis, oclusiones, dolor crónico o infecciones 1,2

Impacto

Las personas con EII suelen describir la fatiga como uno de los síntomas más debilitantes, a veces incluso más que los síntomas intestinales 9.

Es normal, entonces, que la fatiga tenga un efecto perjudicial en tu bienestar emocional y en tu autoconfianza: si no puedes hacer todo lo que te gustaría o deberías hacer, puede que sientas frustración y enfado. Sobre todo cuando los demás no entienden la diferencia entre querer y poder. Así que es importante que asimiles que la fatiga es un síntoma muy común y no es un fracaso personal. Y que debe ser tratada. De lo contrario te producirá dificultades que, en el peor de los casos, llegan a terminar arrinconando e incluso empujándote al aislamiento y la soledad. No obstante, recuerda que cada persona es diferente y que, además, la intensidad de los síntomas varía según tengas tu crohn o colitis ulcerosa activa o en remisión.

Fatiga vs Cansancio

El cansancio se alivia durmiendo o descansando y tanto las personas con EII como las que no pueden sentirlo de vez en cuando; por el contrario, la fatiga es una sensación abrumadora que no se alivia ni durmiendo ni descansando y que afecta varias esferas de la vida de quien la padece. 3.

Soluciones

Si experimentas fatiga, lo primero que tienes que hacer es pedir ayuda a un especialista para descubrir su causa. Y, luego, fijarte unos objetivos realistas que puedas adaptar a cada momento. El tiempo necesario para ver los resultados varía de una persona a otra. No te desanimes si tardas en verlos. Por otro lado, te aconsejamos que adoptes algunas de estas estrategias para gestionarla mejor:

Planifica tu día

La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa pueden alternar periodos en los que casi no tienes síntomas a otros muy debilitantes. Lo primero que tienes que hacer es aprender a conocer tu enfermedad y saber cuándo necesitas bajar el ritmo. En estos momentos, organiza tu jornada con antelación y planifica unos pequeños descansos para tener energía suficiente a lo largo de todo el día. El dolor y la fatiga suelen empeorar si permaneces de pie o andas mucho tiempo, así que prioriza algunas actividades y alternarlas con pausas regulares.

Haz deporte

El ejercicio físico tiene beneficios tanto a nivel físico como psicológico. Para mejorar tus niveles de energía puedes practicar actividades suaves y de bajo impacto como la natación, el yoga o caminar 10-11. Además, practicar actividad física regularmente ayuda a mantener un peso saludable, facilita la digestión e induce sentimientos de bienestar, aliviando el estrés y la depresión.

Pero, recuerda: para que el ejercicio sea beneficioso tienes que adaptarlo a tus necesidades. Puede que en algunos momentos tengas que bajar el ritmo porque no tengas la energía suficiente como para hacer lo que hacías antes: así que busca algo con una duración e intensidad que no comprometa tu bienestar. Y ponte unos objetivos realistas.

Contacta con tu asociación ACCU o llámanos al 915 426 326 e infórmate sobre las actividades de este tipo.

Controla tu dieta

Una de las consecuencias de la EII es la dificultad de absorber nutrientes a nivel intestinal, lo que puede llevar a desarrollar deficiencias nutricionales (falta de vitaminas y minerales) y aumentar la sensación de fatiga 14. Seguir una dieta sana, equilibrada y mantener una buena hidratación es fundamental cuando se padece una enfermerdad inflamatoria intestinal (EII) y más todavía cuando se está experimentando fatiga. Por esta razón, es muy importante que mantengas una dieta que se ajuste a tu situación personal y a tu enfermedad.

En las asociaciones ACCU contamos con nutricionistas que te pueden ayudar a crear o revisar tu caso. Llámanos al 915 426 326 o consulta el directorio de asociaciones.

Además, puedes encontrar más información en el capítulo ‘Dieta’.

Confía en tu entorno y pide ayuda

Sabemos que no siempre es fácil vivir con EII. Muchas veces, pasamos por momentos de sufrimiento emocional que tenemos que compaginar con el trabajo, el estudio, la familia y la vida social. Todo esto, sobre todo si nos encontramos en un momento en el que la enfermedad es activa, puede ser abrumador y contribuir a desarrollar fatiga.

Si este es tu caso, no sientas vergüenza por no poder hacer todo lo que hacías antes y no pierdas tu confianza. Intenta bajar el ritmo y habla con tus amistades, tus familiares o tu pareja. Decirles cómo te sientes y hacer que comprendan mejor tus dificultades es la mejor manera para que puedan ayudarte. Si no sabes cómo podrías explicarles tu enfermedad, puedes encontrar algunos consejos en el capítulo ‘Amistad y familia’.

Afronta los trastornos del sueño

La relación entre el agotamiento y el sueño es muy estrecha 15,16. Para mejorar la calidad y la duración del sueño puedes crear rutinas para preparar al organismo antes de irte a la cama. Por ejemplo: evitando el uso del teléfono y otras pantallas, o el consumo de alcohol.

Si ya has intentado algunas de estas estrategias y crees que necesitas ayuda profesional, la terapia cognitivo conductual (TCC) es el tratamiento más adecuado para las personas que sufren de insomnio 17,18. Los y las psicólogas en ACCU la aplican muy a menudo, así que contáctanos para que te ayudemos a empezar tu camino.

Aprende a manejar el estrés

El estrés tiene consecuencias negativas en el bienestar emocional y la fatiga. En ACCU hay profesionales de la psicología que pueden ayudarte a manejar el estrés a través de la terapia cognitivo conductual (TCC), enfocada en tu capacidad de enfrentarte a la enfermedad y reducir la fatiga.

Llámanos para que te podamos guiar o reserva una cita online desde nuestro formulario de contacto en esta web. Nuestra gente te ayudará.

Referencias

1. Grimstad T, Norheim KB. Fatigue in inflammatory bowel disease. Tidsskr Nor Laegeforen. 2016 Nov;136(20):1721-1724. doi: 10.4045/tidsskr.16.0134. eCollection 2016 Nov. Review. PubMed PMID: 27830906

2. Bager P. Fatigue and acute/chronic anaemia. Dan Med J. 2014 Apr;61(4):B4824. Review. PubMed PMID: 24814598

3. Czuber-Dochan W, Ream E, Norton C. Review article: Description and management of fatigue in inflammatory bowel disease. Aliment Pharmacol Ther. 2013 Mar;37(5):505-16. doi: 10.1111/apt.12205. Epub 2013 Jan 13. Review. PubMed PMID: 23311461

4. Bager P, Befrits R, Wikman O, Lindgren S, Moum B, Hjortswang H, Hjollund NH, Dahlerup JF. Fatigue in out-patients with inflammatory bowel disease is common and multifactorial. Aliment Pharmacol Ther. 2012 Jan;35(1):133-41. doi: 10.1111/j.1365-2036.2011.04914.x. Epub 2011 Nov 7. PubMed PMID: 22059387

5. Yoo S, Jung YS, Park JH, Kim HJ, Cho YK, Sohn CI, Jeon WK, Kim BI, Park DI. Fatigue severity and factors associated with high fatigue levels in Korean patients with inflammatory bowel disease. Gut Liver. 2014 Mar;8(2):148-53. doi: 10.5009/gnl.2014.8.2.148. Epub 2013 Nov 5. PubMed PMID: 24672655; PubMed Central PMCID: PMC396426

6. Romberg-Camps MJ, Bol Y, Dagnelie PC, Hesselink-van de Kruijs MA, Kester AD, Engels LG, van Deursen C, Hameeteman WH, Pierik M, Wolters F, Russel MG, Stockbrügger RW. Fatigue and health-related quality of life in inflammatory bowel disease: results from a population-based study in the Netherlands: the IBD-South Limburg cohort. Inflamm Bowel Dis. 2010 Dec;16(12):2137-47. doi: 10.1002/ibd.21285. PubMed PMID: 20848468

7. https://www.nhs.uk/live-well/sleep-and-tiredness/10-medical-reasons-for-feeling-tired/

8. Kreijne JE, Lie MR, Vogelaar L, van der Woude CJ. Practical Guideline for Fatigue Management in Inflammatory Bowel Disease. J Crohns Colitis. 2016 Jan;10(1):105-11. doi: 10.1093/ecco-jcc/jjv168. Epub 2015 Sep 20. Review. PubMed PMID: 26392414

9. van Langenberg DR, Gibson PR. Systematic review: fatigue in inflammatory bowel disease. Aliment Pharmacol Ther. 2010 Jul;32(2):131-43. doi: 10.1111/j.1365-2036.2010.04347.x. Epub 2010 May 6. Review. PubMed PMID: 20456309

10. van Langenberg DR, Gibson PR. Factors associated with physical and cognitive fatigue in patients with Crohn's disease: a cross-sectional and longitudinal study. Inflamm Bowel Dis. 2014 Jan;20(1):115-25. doi: 10.1097/01.MIB.0000437614.91258.70. PubMed PMID: 24297056

11. Pedersen BK, Saltin B. Evidence for prescribing exercise as therapy in chronic disease. Scand J Med Sci Sports. 2006 Feb;16 Suppl 1:3-63. doi: 10.1111/j.1600-0838.2006.00520.x. Review. PubMed PMID: 16451303

12. Peters HP, De Vries WR, Vanberge-Henegouwen GP, Akkermans LM. Potential benefits and hazards of physical activity and exercise on the gastrointestinal tract. Gut. 2001 Mar;48(3):435-9. doi: 10.1136/gut.48.3.435. PMID: 11171839; PMCID: PMC1760153

13. Sanchez LD, Tracy JA, Berkoff D, Pedrosa I. Ischemic colitis in marathon runners: a case-based review. J Emerg Med. 2006 Apr;30(3):321-6. doi: 10.1016/j.jemermed.2005.05.021. PubMed PMID: 16677987

14. Borren NZ, van der Woude CJ, Ananthakrishnan AN. Fatigue in IBD: epidemiology, pathophysiology and management. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2019 Apr;16(4):247-259. doi: 10.1038/s41575-018-0091-9. Review. PubMed PMID: 30531816

15. Ferré A. Chronic fatigue syndrome and sleep disorders: clinical associations and diagnostic difficulties. Neurologia. 2016 Feb 11;. doi: 10.1016/j.nrl.2015.11.019. [Epub ahead of print] PubMed PMID: 26877195

16. Tsai, Sheila C. et al. Sleep Disorders and Fatigue. Sleep Medicine Clinics, Volume 8, Issue 2, 235 - 239

17. van Langenberg DR, Gibson PR. Factors associated with physical and cognitive fatigue in patients with Crohn's disease: a cross-sectional and longitudinal study. Inflamm Bowel Dis. 2014 Jan;20(1):115-25. doi: 10.1097/01.MIB.0000437614.91258.70. PubMed PMID: 24297056

18. Seyffert M, Lagisetty P, Landgraf J, Chopra V, Pfeiffer PN, Conte ML, Rogers MA. Internet-Delivered Cognitive Behavioral Therapy to Treat Insomnia: A Systematic Review and Meta-Analysis. PLoS One. 2016 Feb 11;11(2):e0149139. doi: 10.1371/journal.pone.0149139. PMID: 26867139; PMCID: PMC4750912